Todavía no somos Europa. Eso está claro. Sin embargo, Chile está en tránsito a convertirse en un país más abierto y liberal desde el punto de vista sociocultural. También, como en Europa, los chilenos somos proclives a una mayor intervención del Estado en la economía y en los espacios públicos.
Decididamente no somos neoliberales: la mayoría está por modificar o rechazar el modelo económico De eso da cuenta la primera encuesta de opinión LND-EKHOS, que sondeó en el Gran Santiago cómo son hoy los chilenos en lo valórico, cultural, social, económico y político.
El año 2007 el país vivió un destape al que todos estuvimos invitados aunque no quisiéramos y YouTube fue el causante de que muchos se desvirgaran con internet. En septiembre asistimos al escándalo escolar del año: "Wena N", una adolescente de 14 años que exhibió sin pudor una clase de sexo oral ante un nuevo enemigo: el celular.
Meses antes, en mayo, la única reina de Chile, Cecilia Bolocco, apareció besuqueándose con un hombre ajeno a su matrimonio. Las fotos dieron la vuelta al mundo, ella quedó destrozada y separada. Y los chilenos con la boca abierta, aunque muchos no pudieran tirar la primera piedra.
El 2007 estuvo cargado de toda esta demostración de ciberpoder y farándula, aunque fue guiado con debates de fondo, como el derecho a la reproducción.
La batalla por la píldora del día después fue en este ámbito la batalla moral más profunda e imbricada del año, porque implica no sólo hablar de anticoncepción de emergencia, sino que también de la interrupción del embarazo, un tema en el que los chilenos siguen siendo conservadores, aunque la tendencia va cambiando.
Según el estudio encargado por LND, un 65,44% de los encuestados no despenalizaría el aborto; sin embargo, un 30% sí lo haría, una cifra alta para un país como Chile, donde predomina el lenguaje conservador de los grupos ligados a la Iglesia Católica. En este caso, el grupo que se opone en mayor porcentaje a abrir las puertas al aborto es el sector medio y medio bajo, justo donde se concentran los embarazos adolescentes no deseados.
Es el mismo sector que piensa que Joaquín Lavín podría ser el candidato de la Alianza en las próximas elecciones presidenciales, el mismo que se muestra más intolerante con la unión de personas del mismo sexo y es el grupo que menciona a Pinochet cuando se le pregunta por un personaje de la historia con el que siente más afinidad.
"Los sectores jóvenes y educados tienden a ser más liberales desde el punto de vista sociocultural y se ve una apertura hacia el futuro", explica Rodrigo Salcedo, director de EKHOS, quien destaca que mientras se ve una evolución en el ámbito social, no existen los mismos indicios en el político. "Lo que tenemos ahora es una reproducción del histórico tres tercios, cargado a la izquierda. Las elecciones parlamentarias de 1973 daban un 40% a la UP. Si tomamos las cifras de las últimas parlamentarias, el pacto PRSD-PPD-PS, más el Juntos Podemos, nos da un 38%. Es decir, el panorama es casi el mismo", dice Salcedo.
Para describir a estos chilenos, LND y EKHOS preguntaron a personas de más de 15 años de edad sobre temas candentes: sexo, economía y política. Pero también sobre aquellos aspectos cotidianos que crean la identidad nacional.
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MÁS LIBERALES CON LOS GAYS, EL ABORTO Y LA MARIHUANA
Aborto, unión civil entre homosexuales, un profesor gay haciendo clases a sus hijos, despenalización de la marihuana. Sobre todos estos temas preguntamos y las respuestas sorprendieron a algunos. El 30% de los encuestados dijo que apoyaría una legislación que despenalizara el aborto, contra un 69,5% que no estaría de acuerdo.
La abogada del Centro de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Diego Portales, Lidia Casas, dice que los resultados son novedosos: "Me llama la atención la cifra porque es mayor a la que se ha dado en otras encuestas. Aunque siempre hay que mirar este tipo de sondeos con cautela, sí creo que esto quiere decir que pese a existir un ambiente represor desde el punto de vista político, la opinión pública, el ciudadano común, está experimentando un cambio cultural que las elites no quieren siquiera debatir".
La negativa a que la interrupción del embarazo fuera protegida por ley captó un 76,7% de votos en el sector medio bajo; mientras que en el alto, ésta llegó sólo a un 61,8%. Mientras más baja el nivel de escolaridad de los encuestados, su aversión al aborto es mayor. Por el contrario, el 56% de quienes tienen más de 18 años de escolaridad está de acuerdo con despenalizar el aborto.
En el caso de la aceptación de los derechos de los homosexuales, la encuesta muestra una mayor tolerancia de la sociedad chilena hacia las minorías sexuales. El 42,99% está de acuerdo con legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo y el 38,36% cree que deberían tener los mimos derechos, incluyendo la oportunidad de adoptar. Aquí nuevamente prima una tendencia liberal entre los más jóvenes y entre quienes tienen más años de escolaridad: 56 % de los encuestados entre 15 y 25 apoya los matrimonios gays, cifra que llega al 60% entre quienes tienen más años de escolaridad. Por otra parte, el 59,44% de los encuestados aceptaría un profesor homosexual para su hijo/a.
El sondeo refleja que mientras mayor es el nivel educacional de los encuestados y menor es su edad, la tolerancia con las minorías también es mayor. Como los ciudadanos de nuestro país tienden a tener cada vez más años de escolarización, esta encuesta muestra que el país está transitando hacia una mayoría no conservadora, es decir hacia una sociedad abierta.
Otro ejemplo de esta tendencia se evidencia en la pregunta sobre la despenalización del consumo de marihuana. El 41,54% está de acuerdo y 58,09 no lo está. Entre los encuestados de 15 a 25 años, la mayoría, es decir el 51,2%, está de acuerdo.
Por otra parte, la encuesta encargada por LND reafirma lo que muchas otras encuestas ya han constatado: la tendencia proestatista de los chilenos. Un 83,7% cree que la televisión debería ser regulada en su contenido erótico y violento por el Estado a través del Consejo Nacional de Televisión.
LOS CHILENOS YA NO QUIEREN SER EMPLEADOS
Este año, Chile asistió a uno de los conflictos laborales más importantes del último tiempo: la fiscalización de los derechos de los subcontratados. Ardió Troya y el empresariado acusó excesiva fiscalización. Quisimos preguntar a los santiaguinos si sienten que sus derechos son respetados y si se sienten cómodos como empleados. La respuesta que obtuvimos configura un Chile no precisamente parecido al que existe.
Principalmente porque la mayor parte del mundo laboral es dependiente y la aspiración de un gran porcentaje de los encuestados preferiría tener su propio negocio, un anhelo que cruza todos los estratos sociales. Mientras en el alto y medio alto, el 73,7% sueña con esto, en el medio bajo la cifra se eleva a 84,8%.
Estas cifras se condicen con la incomodidad que confiesan sentir los chilenos en sus trabajos. ¿Se siente cómodo siendo empleado? El 26,3% dijo que sí en el sector alto y sólo 13,5% asintió en el sector medio bajo.
Los trabajadores santiaguinos tampoco sienten que sus derechos son respetados, según el sondeo, un sentimiento que se vuelve más oscuro en los sectores con menos ingresos, donde en el sector medio bajo un 65,4% dice que no se respetan, mientras un 50% en el sector alto piensa lo mismo.
Para Cristián Cuevas, presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre, la relación entre incomodidad en el trabajo, sentimiento de vulneración de derechos y el sueño de crear un negocio propio se explica en un solo hecho: "Tenemos normas laborales, pero no se cumplen y los organismos encargados de fiscalizar no lo hacen. Si los chilenos quieren tener su propio negocio es consecuencia del respeto a los derechos laborales. La gente está agobiada, cansada y se ha instalado el individualismo como solución a la problemática".
Este cansancio también ha afectado el derecho al ocio. El 63,36% de los consultados asegura que actualmente tiene menos tiempo libre que hace cinco años y la mayoría cree que el paraguas que ampara la economía y regula el trabajo ya está gastado: el 58,95% comparte el modelo económico imperante, pero cree que debe ser perfeccionado, y un 36% no lo comparte para nada. En total, casi un 75% de los entrevistados tiene reparos con el sistema rector de la economía.
ALLENDE Y PINOCHET, LOS DOS ÍCONOS DE CHILE
Uno murió el año pasado. El otro hace 34. Pero ambos forman parte del mismo momento histórico y las encuestas los posicionan como las figuras políticas del pasado reciente del país. A la pregunta "de los siguientes personajes políticos del siglo XX, por cuál votaría", el 40,9% de los consultados votó por Salvador Allende, seguido por un 18,3% que optó por Augusto Pinochet. Un dato que sorprende es que este último es mucho más relevante en generaciones menores.
Del total de consultados que optaron por Pinochet, el 22,6% se ubica entre los 26 y 40 años, y un 19,4% en el tramo 15-25. Son personas que se han desarrollado principalmente en los gobiernos de la Concertación. Entre quienes votaron por Allende, el grueso se concentra entre los 41 y 65 años, con un 44,2%. En tercer lugar asoma la figura de Eduardo Frei Montalva, con un 17,8% de las preferencias.
En términos políticos, los votantes tienen claro cuáles son los personajes de la Alianza y la Concertación que califican para presidenciables. Para el 24,02% de los encuestados, Ricardo Lagos sería el mejor candidato de la Concertación para las elecciones de 2009, seguido por José Miguel Insulza, con un 23,16% de las preferencias, y Soledad Alvear, con un 20,47%, entre inscritos y no inscritos en los registros electorales. Por otra parte, un 58,5% piensa que Sebastián Piñera es el mejor candidato de la derecha.
Mucho se ha especulado respecto de que el Transantiago terminaría minando las aspiraciones presidenciales del oficialismo; sin embargo, la encuesta La Nación-EKHOS muestra otra cosa. A pesar de que el sondeo revela una mayor identificación de los encuestados inscritos en los registros electorales con las personas más que con los partidos, ya que un 39,5% decidiría su voto según el candidato, la Concertación cuenta en Santiago con una importante base de apoyo.
Un 30,8% votaría por un candidato de la Concertación, mientras que sólo un 13,9% por un candidato de la Alianza. La votación dura de la Concertación, sumada eventualmente a la de Juntos Podemos (7,2%) en una segunda vuelta, llegaría a un 38%. Al candidato de la Concertación, quien sea que fuere, le bastaría conquistar poco más de uno de cada cuatro indecisos para ganar la elección.
Respecto a su posicionamiento en el espectro político, el 20,22% de los encuestados se considera de centro-izquierda y el 22,43% se ubica en la izquierda. En otras palabras, el progresismo suma un 44,67% en Santiago. Con la derecha y la centro-derecha se identifica sólo el 24,15% de los encuestados. Con el centro se siente identificado el 20,22%. Los ninguno, no saben o no responden suman el 13,24%.
Por último, los encuestados creen que las mayores virtudes de un Presidente deben ser: saber escuchar a la gente (35,66%), saber rodearse de buenos asesores (33,46%) y tener autoridad sobre los subordinados (16,79%).
EFECTO BALERO
Casi para no creerlo. Uno de cada cinco chilenos participaría en un reality show. De los encuestados, el 17,06% dice que sí se encerraría y un 82,94% no lo haría por ningún motivo. La pantalla chica se ha instalado en las casas sin asco, incluso seduciendo a algunos para dejar de ser espectador.
Los chilenos hablaron también en esta encuesta acerca de sus amigos. El 36,64% dice haber conocido a su mejor amigo en el barrio; el 25,12%, en el colegio, y el 14,09%, en el trabajo. El 5,39% dice no tener amigos.
